jueves, 15 de julio de 2010

LA FALTA DE CERTIFICACIÓN DEL DIRECTOR, SUPERVISOR Y DEL SUPERIOR EN SU DESEMPEÑO

(6ª. Evidencia)
Se ha dicho siempre que educar es un arte. Como ciencia la educación tiene actores: alumnos, docentes, institución, etc., necesitan de un proceso para cumplir sus objetivos.
Se considera que el proceso aprendizaje – enseñanza es una ciencia, por lo dicho anteriormente.
Para que todo esto se dé se necesita de una administración educativa siendo ésta constituida por los docentes, directores, inspectores, jefes de sector, etc.
La administración educativa favorece el dinamismo y la eficiencia, utiliza al máximo los recursos, coordina en busca de un objetivo común, es un proceso, y como tal sigue pasos o fases claramente definidos: planifica, organiza, tiene una dirección de coordinación, ejecución y control.
Las personas que ocupen las direcciones, deben ser competentes en su desempeño, en el logro de los productos, que posean conocimientos, demostrando respuestas ante situaciones emergentes, actuando como conciliador y mediador ante situaciones de conflicto y solicitando la colaboración del equipo docente de forma ético – humanista.
La función de un supervisor se considera como una fuerza positiva que sirve para mejorar un programa o proceso para el logro de los objetivos en el ámbito educativo y nos debe servir como una fuente de ayuda y apoyo. Debe tener una visión clara y objetiva de lo está sucediendo, se impone como órgano interesado en el desempeño de la escuela.
La supervisión tiene como finalidad el mejoramiento del proceso aprendizaje – enseñanza, tiene que tomar en cuenta la estructura teórica, material y humana de la escuela, debe ser integral y consecuente. Su función principal es asistir a visitar a los educadores para ayudarlos a mejorar el proceso mediante la aplicación de técnicas, y procedimientos especializados, es decir debe coordinar, estimular y dirigir el desenvolvimiento de los profesores, de manera positiva y democrática.
La supervisión escolar debe sintetizarse como asistencia a las actividades docentes, de manera de coordinación, unidad y continuidad, para que la escuela alcance con mayor eficiencia sus objetivos ( Imideo Nérici).
La supervisión educativa tiene tres fases: Fiscalizadora, constuctiva y creativa.
La supervisión educativa tiene tres tipos: la autocrática y la democrática.
Esta supervisión puede darse en tres grupos: Funciones técnicas, administrativas y sociales.
Las tres etapas de la supervisión son: Planeamiento, seguimiento y control.
L.E.M. BERTHA F. MONTALVO FLORES. E.D.

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